Fin de semana de análisis en REPORTUR

Las cadenas españolas siguen a Meliá y se vuelven globales

Por qué decidieron reducir deuda las grandes cadenas españolas
La inversión hotelera en el Caribe pasa a los destinos emergentes
Los cinco gigantes turísticos que China alumbra sigilosamente

Mónica Llibre | 20 de febrero de 2016 Deja un comentario


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Riu dio el pistoletazo de salida hace dos años y medio para que Meliá no fuera la única cadena española con enfoque global, como desgrana este medio en su sección Fin de semana de análisis en REPORTUR. En septiembre de 2013, preferente.com publicaba la exclusiva de que Sri Lanka sería la base para su expansión asiática. Desde entonces, se han conocido más proyectos de otras cadenas españolas más allá de la cultura occidental y el Mediterráneo. Los emiratos del Golfo son uno de estos nuevos horizontes, además del Índico.

La expansión de las grandes hoteleras españolas, estudiada en escuelas de negocio de todo el mundo, comenzó cuando en los ochenta empezaron a salir de Mallorca para poco a poco ir yendo a la costa peninsular; a Canarias; al Caribe después; al resto del Mediterráneo; a las capitales europeas, hasta llegar a las latinoamericanas, con saltos puntuales a Indonesia, China o Estados Unidos. Sin embargo, la presencia no había sobrepasado al Oriente ni Próximo ni Lejano, siempre con la excepción de Meliá y su histórica implantación en Asia (Meliá abrirá en marzo el hotel Innside New York NoMad).

Asistimos por tanto a un nuevo paso histórico en este desarrollo de las cadenas españolas. Junto a los planes conocidos de Riu, también Barceló prevé volver a Asia tras su fallida aventura hace unos años, ahora acompañada de un socio local, como también lo planean otras grandes enseñas de ese país como Palladium o BlueBay (Matutes también abrirá resorts en Asia).

Iberostar, de su lado, tiene la idea firme de abrir en Dubai, como asimismo han decidido Riu, BlueBay o Palladium, además de por supuesto Meliá. Todo ello acompañado de que estas cadenas, que se iniciaron como especializadas en resorts han, ido creciendo también como urbanas.

Riu llegaba hace unos años a ciudades latinas como Panamá y Guadalajara, en paralelo a que proyectaba su desembarco en Berlín o en la considerada capital del mundo, Nueva York, donde como se supo esta semana también prevé abrir un segundo establecimiento antes incluso de haber inaugurado el primero en pleno Times Square (Riu, a por el segundo hotel en Nueva York).

Iberostar era la otra gran cadena que también entraba en el negocio urbano con el Mencey en Tenerife, con un hotel en Budapest, y más recientemente en Madrid con el hotel de Las Letras, teniendo en el foco a las dos mayores metrópolis turísticas europeas, Londres y París, así como un hotel en Barcelona a punto de estrenarse una vez se despejen las incertidumbres legales a raíz de la llegada del populismo a la Alcaldía de la ciudad.

Meliá y Barceló habían sido hasta entonces las dos únicas grandes en combinar las facetas vacacionales y urbanas. Ambas, junto a NH, se habían extendido también por distintas ciudades europeas, con desigual fortuna. En América Latina solo habían logrado una presencia destacada las dos mayores hoteleras españolas, la de los Escarrer y la que ahora está en manos de los chinos de HNA.

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DIFERENCIACIÓN. Se podría decir que las cadenas españolas se habían afianzado en centrarse en resorts y en destinos de sus misma cultura, como son el europeo, el mediterráneo y el latino. En cierta manera, esta especialización es la que han querido potenciar con por ejemplo el potente desembarco que planean en Estados Unidos, con Miami como base, mostrándose como referentes para el mercado más hispano. A la ciudad de Florida ya están o quieren estar Melía, Riu, AC, Room Mate o Iberostar (Las hoteleras españolas eligen Miami para desembarcar en EUA).

Todo esto acontece en paralelo a que las grandes cadenas han restado prioridad a los tres principales destinos del Caribe, que es de donde obtienen el grueso de sus beneficios. Considerando que la oferta hotelera en Cancún-Riviera Maya, Punta Cana y Cuba se acerca a su límite, están optando por destinos emergentes en la zona, mientras son cadenas de ese continente las que ahora aceleran por crecer en los tres citados destinos punteros (La inversión hotelera en el Caribe pasa a los destinos emergentes)

MÁS ALLÁ. En un reciente foro de inversión hotelera en el Mediterráneo, Gabriel Escarrer junior adelantaba sus prioridades para expandirse, y decía que era en los resorts y en aquellos destinos urbanos con mayor componente vacacional donde Meliá y el resto de grandes cadenas españolas deberían centrarse, “por ser donde pueden aportar un mayor diferencial respecto a los competidores internacionales” (El futuro de Meliá en 7 claves).

El foco está siendo ese, lo que ampliando horizontes. Si es en ciudades, donde pueda haber un buen mix entre vacacional y de negocios, y si se trata de resorts, saliendo de las zonas clásicas para llegar a los confines del mundo si hace falta. Eso implica un nuevo enfoque global, que hasta ahora en España solo había tenido Meliá y que quiere acentuar totalizando 60 hoteles en Asia, mientras a nivel mundial no llegan a la decena de cadenas que tienen esa mentalidad —Marriott, Hilton, Whyndam, Accor, IHG…—.

Las grandes cadenas españolas son envidiadas por los números uno de la industria mundial, ya que con muchísimos menos hoteles, logran unos beneficios asombrosos, gracias a su especialización en comercializar con touroperadores, o estando integradas en grupos verticales. Los gigantes anglosajones han tratado sin éxito de entrar en este terreno, o directamente han ofrecido cifras mareantes por comprar alguna grande, también en vano.

Hoy España puede vanagloriarse de que sus primeras espadas de la hotelería han vuelto a dar un paso más. Las cadenas vacacionales son el único sector donde España es verdadero y destacado líder y referente mundial, solo junto al fútbol —Real Madrid y Barcelona—. Con la determinación de abordar los destinos asiáticos y de Oriente Medio, las grandes hoteleras del país se hacen globales volviendo además a ejercer de pioneras.

 

Las medianas ahora asaltan el Caribe

Tras lo logrado en el Caribe por las principales hoteleras —Meliá, Riu, Barceló, Iberostar, Bahía Príncipe, Palladium, Oasis, BlueBay, Sirenis, Catalonia, Princess, H10…—, donde han sido los referentes indiscutidos del desarrollo hotelero, ahora son las cadenas medianas las que tratan de seguir creciendo en los principales polos de la región.

Ejemplos de ello son Majestic, Excellence y Catalonia en República Dominicana, mientras en Riviera Maya cabe citar el ejemplo de HM y su nuevo hotel en Playa del Carmen, o los proyectos de Hipotels y Senator, mientras en Cuba el más destacado ha sido el de Valentín Hoteles, con un macrohotel de mil habitaciones.

Las últimas magníficas temporadas turísticas que han registrado todas ellas les ha generado una liquidez que han creído conveniente destinar a los lugares donde más rápido se amortizan las hipotecas hoteleras, desafiando a su desconocimiento del cliente y su cultura.


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