OPINIÓN

Prepararse para lo peor, esperando lo mejor


Arturo Medina Galindo | 26 de octubre de 2015 Deja un comentario


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Existe una máxima en Protección Civil, “hay que preparase para lo peor y esperar lo mejor” y, sin duda, al huracán Patricia tendríamos que ponerlo como el mejor de los ejemplos en este sentido.

Creo que México demostró que está muy bien preparado para responder ante la amenaza de un meteoro y en este caso, incluso, como lo llamaron los expertos, el mayor huracán de la historia. Y bien preparados específicamente en el manejo de crisis en los centros turísticos.

Afortunadamente, los que esperábamos lo mejor tuvimos razón, el huracán entró a tierra por una zona poco poblada y de frente a las montañas, no dejó caer mucho agua y avanzó a 27 kilómetros por hora. Sin duda, los daños que causó fueron mínimos y sobre todo si los comparamos con la magnitud de la tragedia que muchos venían venir.

Excelente reacción de los gobiernos -federal, estatal y municipales-, también de los empresarios en los centros turísticos que se vieron amenazados, en este caso el más cercano Puerto Vallarta. Refugios a tiempo y adecuados, medidas de precaución y el resultado es un saldo blanco.

Siempre surgen las comparaciones, que si Gilberto, que si Wilma; no se puede calificar o adivinar lo que cada fenómeno hará y aquí quedó demostrado. Existen 3 factores de destrucción en un huracán. Primero, la velocidad de los vientos; segundo, la velocidad de desplazamiento y, tercero, la cantidad de agua que deje caer en el lugar.

Por eso, Wilma, que por cierto el día 21 cumplió 10 años de haber golpeado a Cancún con todo, en cuanto a la velocidad de los vientos era un huracán categoría 4 cuando prácticamente se estacionó en Cancún, se movía hacia el norte y hacia el sur a 4 kilómetros por hora, fue eterno, 3 días de tensión y de lluvias interminables.

Muchos pensaron que Cancún había sufrido un golpe letal, que no podría volver a ser lo que fue, y en eso no se equivocaron, fue una poda. Cancún retoñó mejor que nunca, hoteles prácticamente nuevos, inversión en renovar el bulevar Kukulcán, la recuperación de playas y, después de 9 años, vivió en 2014 el mejor año de su historia, aunque todo indica que este 2015 será mejor todavía.

Para Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit, para Manzanillo, para todo México hoy la buena noticia es que los daños fueron mínimos, eso sí, fue un aviso para las autoridades una práctica en la realidad, pero no porque éste no golpeó con fuerza se deben confiar. Las precauciones hay que tomarlas siempre. Nos tenemos que preparar para lo peor, esperando lo mejor.


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