Deja un comentario Recientemente se organizó con mucho éxito y buena convocatoria el 1er Congreso Nacional de Competitividad Turística en la Isla de Cozumel, que contó con la participación del Gobernador Carlos Joaquín, no sólo para inaugurar formalmente el Congreso sino también como conferencista destacado, lo cual me dio mucho gusto. Normalmente los gobernadores inauguran y se van, pero en este caso para fortuna del evento el Gobernador aceptó ofrecer una conferencia y dedicarle tiempo de calidad a la Isla. Enhorabuena.
Luego del Gobernador diversos ponentes tuvimos la oportunidad de exponer ideas y compartir experiencias durante dos días frente a mas de 600 entusiastas, ávidos y curiosos asistentes, entre los que había empresarios destacados, emprendedores y jóvenes preocupados por el futuro de Cozumel. Diría que el Congreso fue un éxito con muy buena convocatoria y organización por parte del Comité a cargo.
Pero lo importante como en todos los Foros y Congresos de este tipo, son las conclusiones y de manera especial el seguimiento que pueda dársele a las propuestas y ponencias que ahí se recogen a efecto de que se traduzcan en acción, en planes y programas y eventualmente hasta en políticas públicas, en este caso en beneficio del desarrollo turístico de Cozumel y su Competitividad.
La reflexión que hice públicamente como orador en el Congreso y que ahora comparto con mis ocho lectores, es en el sentido de que Cozumel tiene todo para ser el gran destino de lujo y sofisticado no sólo de Quintana Roo sino de todo el Caribe. Fernando Barbachano, Presidente del Grupo Mayaland en su turno como conferencista hizo una interesante reflexión al decir que para bien o para mal, Cozumel se quedó de alguna manera estancado, en un cierto letargo que hoy sin duda se convierte en una tremenda y muy positiva área de oportunidad, pues al no haber crecido como sus hermanos Cancún o la Riviera Maya y haber permanecido con menor desarrollo hoy se antoja más privado, menos saturado, más atractivo como Isla con la oportunidad de poder atraer a viajeros más sofisticados y menos sensibles al precio. Fernando propuso apostar fuerte por una Isla sustentable en donde se privilegie la protección al medio ambiente y los ecosistemas dándole con ello un enorme valor como destino turístico a diferencia de otros competidores que sufren ya un gran impacto y desgaste. Se habló de vehículos eléctricos e híbridos para la Isla entre otras cosas que sin duda se antojan muy interesantes.
El Ing. José Chapur expuso ideas y compartió experiencias sobre como aportar valor, así como acerca de la importancia de la calidad en los servicios, el clima laboral en las empresas y los esquemas de valor agregado que sin duda hacen la gran diferencia en la competitividad.
Luego de escuchar todo eso, vuelvo a reflexionar, ¿«Y si Cozumel fuera el gran destino de lujo del Caribe, caro y sofisticado «.. ?. Debería ser la Isla anhelada de los atardeceres mágicos de diferentes colores cada día, con exquisita gastronomía, estupendos servicios y alojamientos de ensueño.
Y está cerca de lograrlo, es factible, pero para ello tendrían que suceder una serie de factores que se conjuguen para lograr la meta.
Para empezar el transporte. Una Isla como Cozumel no puede y no debe estar secuestrada por un monopolio taxista que responde a los intereses de unos cuántos políticos como Félix González Canto, entre otros, que impiden el desarrollo del destino por su capricho restándole la capacidad de competir dignamente. Es inadmisible que en Cozumel no exista otra forma de transporte que no sean taxis, la mayoría viejos y mugrosos; mientras el monopolio siga, Cozumel no será competitivo.
Fomento para la inversión. Sería genial si todos los pequeños hoteles de la Isla se convirtieran en mágicos y encantadores hoteles boutique dignos de revista como existen muchos por ejemplo en Cartagena de Indias, Colombia. Ello implica esquemas de fomento a la inversión, incentivos fiscales y créditos blandos para la modernización de la oferta hotelera, la capacitación y la incorporación de nuevas tecnologías y know how; hoy se ve casi imposible, en México no hay UNA sola ley de fomento al turismo y los legisladores aún no se enteran.
La gastronomía de Cozumel es muy interesante porque además del toque caribeño y la magnífica oferta del mar con que cuenta tiene un toque regional con raíces yucatecas, que la hace diferente al resto del Caribe Mexicano, lo cual podría explotarse mucho más y mejor. Mejores puestas gastronómicas en escena, mejores fotografías, libros de recetas, concursos de cocina, portales especializados y una gama de iniciativas que deberían sumarse al marketing de Cozumel.
Si el puñado de familias que detentan el poder y el dinero en Cozumel se deciden, si le dan libertad a sus hijos, a los jóvenes, si abren un poco su cartera y su corazón pueden cambiar la realidad de esa querida Isla de las Golondrinas que tiene todo para ser la gran isla de lujo del Caribe, pero hay que hacer la tarea.
Hay un centro de Convenciones en Cozumel, pero no tiene energía eléctrica, así lo dejó Roberto Borge; hay un hermoso malecón pero en las noches es como un pueblo fantasma, con restaurantes y comercios cerrados y obscuros, toda vez que al atardecer zarpan los barcos de crucero llevándose con ellos turistas e ilusiones. Si bien los turistas de cruceros dejan un interesante ingreso a la Isla en compras, esta no puede y no debe depender sólo de este segmento de mercado que además no es repetitivo.
Cozumel debe trabajar en el desarrollo de su catálogo de productos y ofertas, generar productos vanguardistas para nichos exclusivos, al tiempo que se sigue aprovechando del Segmento Buceo en el que se encuentra bien posicionado.
Mejorar la infraestructura, apostar muy fuerte por la calidad, incentivar el desarrollo y liberar el transporte son las asignaturas principales para que Cozumel sea la mejor y mas sofisticada Isla de todo el Caribe.
