Deja un comentario El propietario de VivaAerobús, Roberto Alcántara Rojas, invertiría US$513 millones 413 mil en el grupo español Prisa, luego de que en julio pasado inyectara US$128 millones 376 mil a esa compañía. Con esta inversión, el consejo de administración del grupo pretende continuar reduciendo su deuda de más de dos mil 500 millones de euros.
En los últimos meses, la empresa ha reducido su deuda en 706 millones de euros, pero a corto plazo, el holding de medios necesita continuar por la senda de desinversiones y posterior reducción de este compromiso, según publica Voz Pópuli.
El presidente del grupo, Juan Luis Cebrián, también está a la espera del cierre definitivo de la venta de Digital Plus a Telefónica, para rebajar con esto a 800 millones la deuda, con el que la compañía pondría los cimientos para su recuperación definitiva, dado que la generación de caja es positiva y los datos en Latinoamérica son cada vez mejores, según explicaron fuentes del sector al citado periódico.
Sin embargo, el grupo todavía debe convencer a Alcántara Rojas de que aumente su apuesta, sea solo o en compañía de otros empresarios de México, país donde las relaciones de Prisa son cada vez mejores. También debe esperar que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de su visto bueno a la venta de la citada plataforma de pago.
“El problema, en este segundo asunto, es que los tiempos que maneja Prisa no son los mismos que los de competencia. Fuentes del sector dan por hecho que, se apruebe o no la transacción, habrá un dictamen definitivo en unos cuatro meses. Y resulta evidente que para el grupo editor sería deseable que la decisión de la CNMC llegase cuanto antes. La hipótesis más probable que se maneja en el mercado es que finalmente el organismo dirigido por José María Marín Quemada aprobará la operación pero, eso sí, impondrá condiciones a Telefónica, tales como que tenga que abrir sus contenidos premium a otros operadores”, asegura el periódico.
Respecto a Alcántara Rojas, el presidente de Prisa dijo que el nuevo socio, que controla un nueve por ciento de las acciones, había decidido desembarcar en el grupo por su “compromiso moral” y “no para ganar dinero”, debido a que al parecer es un seguidor del diario El País.
