Fin de semana de análisis en REPORTUR

La llave para propiciar un boom turístico latino: los Cielos Abiertos

LAN pide Cielos Abiertos entre países de alianza del Pacífico
Arranca una era: una low cost europea volará de USA al Caribe
Delta arremete contra los subsidios de aerolíneas del Golfo
Batalla legal de United, American y Delta vs. Emirates, Qatar y Etihad
Ofensiva de Anato y Cotelco para Cielos Abiertos en Colombia

Á. Alcocer | 11 de julio de 2015 Deja un comentario


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Los Cielos Abiertos es el asunto de mayor enjundia de cuantos se tratan hoy en el turismo de América Latina, como desgrana ahora REPORTUR dentro de su sección Fin de semana de Análisis. Nada propiciaría un ‘boom’ igual en la industria de la región que la concesión de las conocidas como Quintas libertades a las aerolíneas. Asociaciones y gobiernos, quienes supuestamente velan por el interés general, están de acuerdo en implantarlas, con la oposición única de las compañías que, mirando solo el interés particular, se benefician del oligopolio de rutas, en especial Aeroméxico y Avianca.

Esta misma semana, reunidos en la cumbre empresarial en Paracas, Ignacio Cueto, de LAN, estableció la necesidad de que Perú y Colombia den pasos más concretos en la ejecución de los acuerdos de Cielos Abiertos. Ello, poco antes de que su hermano Enrique Cueto, CEO de Latam Airlines Group le informara al presidente colombiano Juan Manuel Santos el incremento de 20 frecuencias adicionales a su país, donde, como publicó REPORTUR.co, eligió a Bogotá para establecer un ‘hub’ entre Sudamérica y el Caribe.

Hace unos días, en este medio avanzábamos que se iniciaba una nueva era en la aviación, con la confirmación de que desde el 3 de diciembre la aerolínea de bajo costo europea Norwegian Air Shuttle sería la primera extranjera en operar vuelos desde tres aeropuertos estadounidenses hacia las islas caribeñas de Guadalupe y Martinica, enmarcados en el acuerdo múltiple de las autoridades de transporte aéreo de Estados Unidos, la Unión Europea, Islandia y Noruega, ya que tanto Guadalupe como Martinica son departamentos franceses.

Estas nuevas rutas coincidían con la polémica en torno a los acuerdos de Cielos Abiertos con aerolíneas de Qatar y Emiratos Árabes Unidos, luego de que Richard Anderson, CEO de Delta Air Lines, advirtiera que miles de puestos de trabajo del área de Detroit se ven amenazados por “la subvención por parte de los gobiernos a las compañías del Golfo”.

No obstante, en una de esas contradicciones a veces características del negocio aéreo, el director general de Delta en México, Carlos Enrique Hernández, en declaraciones a REPORTUR.mx vio con muy buenos ojos, pese a ser socia de Aeroméxico, el tema de Cielos Abiertos, aunque señaló que es muy pronto para opinar del tema “son definitivamente tiempos modernos y habrían que ajustarse a ellos”.

Sus palabras acontecían justo tras la negativa a la solicitud de Antitrust Immunity que Grupo Aeroméxico y Delta presentada ante el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por su sigla en inglés), que no sólo detuvo el acuerdo entre ambas empresas, sino que también de hecho suspendió el nuevo Acuerdo Bilateral entre el gobierno de México y los Estados Unidos.

Los Cielos Abiertos en ambos países es un tema hoy en el primer plano, y una voz como la de Rafael Alonso, presidente de Airbus para América Latina, ya advirtió que las aerolíneas mexicanas están en situación de desventaja frente a sus pares estadounidenses en el número de rutas que operan entre ambos países, por lo que una política de cielos abiertos entre ambos países podría equilibrar la participación de las aerolíneas mexicanas en el mercado binacional.

Aeroméxico, según Interjet, fue la responsable de que luego de varios meses de revisión y negociación, el acuerdo bilateral México – Estados Unidos para la apertura de cielos se suspendiera en la última ronda, lo que supone un inequívoco perjuicio a la industria turística mexicana, por imponerle límites a la forma de llegada de los viajeros al país.

Incluso los pilotos mexicanos creyeron entonces muy lamentable que un acuerdo que tomó meses y cuya redacción final incorporaba apertura y salvaguardas, que serían sumamente positivos para la industria en su conjunto, se haya suspendido por falta de acuerdos de las aerolíneas.

La propia Canaero, donde se agremian las principales aerolíneas mexicanas, es partidaria de dejar a un lado el proteccionismo que tanto han lesionado al consumidor con el pretexto de defender los mercados de las empresas nacionales, en el entendido que con la globalización, y creen el país tiene que ser más agresivo en materia de aviación comercial, con lo cual el sector más beneficiado será el de la industria turística.

Recordemos que desde que el país suscribió el convenio con EU en 1960, se han realizado cinco addendum al acuerdo, y aunque ya se contempla el otorgamiento de quinta libertad a las empresas extranjeras, ninguna de las dos naciones lo ha hecho formal.

Sin embargo, hace poco más de un año, como suelen hacer los gobiernos hasta que sufren enormes presiones, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) aseguró que trabajaría para modificar los acuerdos bilaterales y “permitir el ingreso ilimitado” de aerolíneas extranjeras, como por ejemplo, que que Air France opere la ruta Madrid-Ciudad de México, lo que supondría un golpe en especial para Aeroméxico pero un claro y enorme beneficio para toda la industria turística.

Pero ello no inmutó a la principal aerolínea mexicana, pues anteriormente el directivo de Aeroméxico Sergio Allard declaraba a REPORTUR.mx que no contemplaba la posibilidad de que prospere la iniciativa de Emirates de enlazar Ciudad de México con Madrid  ni su entrada al mercado mexicano, confiando en que el marco legal mantenía blindada su empresa ante esa eventualidad.

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En Colombia, la batalla es similar, y ya se han embarcado en ella las principales voces turísticas del país. Cotelco y Anato, en declaraciones a REPORTUR.co, apoyando los Cielos Abiertos, aunque la infraestructura aeroportuaria del país no sea la más óptima. “Para Cotelco es de suma importancia que se profundice sobre este tema y ver que de qué manera se pudiera extender este tratamiento a países con los cuales esta posibilidad no existe”, comenta Gustavo Toro, presidente de Cotelco.

Por su parte Paula Cortés, presidente de Anato, “la conectividad es la gran vía de desarrollo que tienen los países para incrementar el intercambio de pasajeros. Y en Colombia,  gracias a un trabajo conjunto entre los sectores públicos y privado, hemos logrado un importante avance en la apertura de nuevas rutas durante los últimos 10 años, lo que fortalece al país en la consecución de la meta de los 4 millones de ingresos de viajeros al final de 2014″. Cortés y Toro coincidieron en que lo más importante para el turismo colombiano hoy es mejorar la conectividad aérea del país.

Solo el mayor empresario turístico del país, Jean Claude Bessudo, presidente del Grupo Aviatur, muy bien relacionado con Avianca, se declara abiertamente contra esta medida, con el argumento de que “yo soy muy anticuado, yo nunca he sido partidario de las desregulaciones en temas del sector aeronáutico, porque el sector bancario está muy reglamentado en Colombia, allí usted arriesga su dinero pero usted en una aerolínea arriesga su vida, que es mucho más que su dinero”.

Bessudo opina que si hay cielos abiertos se generaría una competencia de tarifas no muy favorecedora para el usuario, “una desregulación vuelve un desbarajuste tarifario más allá de la sana competencia, se convertirían en aerolíneas low cost, de bajo costo, que afectaría la capacitación de sus pilotos y el mantenimiento de los aviones, para esto se necesita plata, para aviones nuevos y seguros se necesita plata, para la infraestructura aeronáutica se necesita plata, entonces pienso que eso justifica el hecho de tener que reglamentar la industria aérea y evitar canivalización de tarifas del mercado y cierta reglamentación no hace daño».

Este pulso se da también a escala global, y recientemente Delta Air Lines, United y American Airlines acusaron a sus rivales Emirates, Qatar Airways y Etihad Airways de competencia desleal, asegurando que tienen pruebas de se están beneficiando de ayudas públicas ilegales, y cifrando el apoyo de sus gobiernos en los 42.000 millones de dólares desde 2004.

Las tres grandes compañías estadounidenses reclaman a la Administración que preside Barack Obama que adopte medidas para restringir los “acuerdos de cielos abiertos”, convenios firmados con los Gobiernos de Qatar y Emiratos Árabes Unidos que permiten que las aerolíneas exploten rutas desde cualquier ciudad, y se plantean incluso llevar su reivindicación al Congreso de Estados Unidos.

Esta reclamación se une a la que, como publicó el digital líder de Noticias de Turismo en Españapreferente.com, hicieron los Gobiernos de Francia y Alemania, que en defensa de sus aerolíneas Air France y Lufthansa reclamaron a la Comisión Europea que actúe contra lo que consideran “competencia desleal” de aerolíneas del Golfo Pérsico como Etihad, Emirates o Qatar Airways por, según su denuncia, beneficiarse de importantes subvenciones y avales públicos.

No obstante, dentro de Estados Unidos los gigantes aéreos árabes cuentan con apoyos, como el de Boeing, porque se beneficia de esta fuerte expansión al encontrarse las aerolíneas del Golfo entre sus principales clientes, o el de la compañía de mensajería FedEx, que teme por un daño a sus operaciones, además de JetBlue Airways, socia de Emirates.

El objetivo último de Delta, United y American sería lograr que Emirates, Etihad y Qatar –que están tratando desde hace una década de convertir los aeropuertos de Dubai, Doha y Abu Dhabi en nodos para los vuelos internacionales,–, dejen de utilizar esta ventaja del respaldo público para crear nuevas rutas desde Estados unidos hacia otros continentes.

Las grandes compañías norteamericanas –beneficiadas estos meses por la fortaleza del dólar y el abaratamiento del petróleo– argumentan que sus rivales del Golfo no tienen la obligación de cerrar las cuentas en beneficios y eso les permite financiar a pérdidas servicios que no podrían ofrecer sin ese apoyo público, por lo que los ejecutivos de estos tres gigantes insisten en que “no están compitiendo frente a aerolíneas, sino contra los Gobiernos”.

Emirates es ya la mayor aerolíneas internacional del mundo, y el principal operador de aviones de largo recorrido; Qatar es la décima y Etihad la décimo tercera, y ls aerolíneas del Golfo responden diciendo que lo que deben hacer Delta, American y United es “dejar de llorar” y hacer “bien su trabajo”, en palabras de Akbar al Baker, consejero delegado de Qatar Airways.

American y Qatar Airways son socias en Oneworld, y que Qatar acaba de convertirse en el mayor accionista de IAG, el holding que agrupa a British Airways y a Iberia. REPORTUR.mx ya reveló la tendencia en los últimos meses de los ricos de países emergentes de haber tomado posiciones claves en las mayores empresas turísticas mundiales (Chinos, rusos y árabes ya controlan el turismo mundial junto a españoles y estadounidenses).

Para las compañías del Golfo, entrar en Latinoamérica es una de sus prioridades. Qatar ya se ha referido a ello con sus planes de volar al continente desde BarcelonaEmirates ya reveló en entrevista a este medio que la región era donde más crecían del mundo. Etihad, entretanto, negocia por entrar en Air Europase interesó por Avianca, y llegó a un acuerdo de código compartido con Aerolíneas Argentinas.

Cabe recordar que por Cielos Abiertos se entiende la política de liberalización que un país implementa en su mercado aéreo en relación con otra u otras naciones para hacerlo más abierto y competitivo al tráfico trasnacional de pasajeros y carga. Existen nueve libertades aéreas que van desde el mero vuelo sobre el territorio de un Estado hasta permitir a aerolíneas extranjeras vuelos de cabotaje en él.

Según asegura a t21 el bufete Lan, «los cielos abiertos, aunque pueden afectar a las empresas de aviación nacionales, benefician a los usuarios a través de precios más competitivos derivados de una mayor competencia. Por lo tanto, es una decisión difícil que las naciones deben adoptar: proteger para desarrollar a su sector aeronáutico o implementar una política liberal de apertura para beneficiar a los usuarios».

Los Cielos Abiertos, en el caso del mercado aéreo más relevante del mundo, Estados Unidos, han reducido el costo de volar a los usuarios, incrementado el tráfico aéreo global, y ahora la industria turística de toda América Latina aguarda sobre la respuesta de unos gobiernos que pueden estar impidiendo con sus decisiones proteccionistas que la región registre un ‘boom’ turístico claramente beneficioso para el conjunto de sus economías.


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