Si bien la compañía Alas ya desde su inicio no tenía buen pronóstico de rentabilidad, según los referentes de la aviación local y regional, la aerolínea hizo esfuerzos por dar un buen servicio, con tarifas muy competitivas. La compañía uruguaya organizada por los ex trabajadores de Pluna, sin embargo, está viendo su ocaso en tan sólo un año de operaciones.
En septiembre dejó de operar a Asunción y ahora también suspende su ruta a Buenos Aires, tras haber devuelto las aeronaves para no seguir acumulando deuda puesto que ya tenían un leve retraso en el pago.
La aerolínea ya notificó al organismo correspondiente de Uruguay su decisión, amparada por las leyes que permiten que un explotador suspenda sus operaciones hasta 60 días sin perder su certificado de operador aéreo ni las rutas otorgadas. El panorama de Alas, sin embargo, no es alentador con competidores como Amaszonas o Azul (Amaszonas comenzará a operar en Argentina la próxima semana).
La ministra de Turismo de Uruguay, Liliam Kechichian, y parte de la opinión pública, se lamentó de este declive de una firma que nació empoderada con actores claves del sector y que no logró rentabilidad ni siquiera en rutas que tenían gran potencial como Buenos Aires – Montevideo (que en el último tiempo apenas llenaba el avión en un 40% aproximado).