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Las estadounidenses Delta y United han reducido su participación en el capital de Latam, Aeroméxico y Avianca, moderando su control sobre estas aerolíneas.
En el caso de Aeroméxico, Apollo ha pasado a ser su principal accionista convirtiendo la deuda de US$720 millones en capital, además de canjear la anterior deuda por US$763 millones por un nuevo planteamiento de 8 años y un interés por encima del 8%. Además pagaría en efectivo US$150 millones y el restante lo convertirá en el 22,28% de las acciones.
Tras Apollo estaría Delta con el 20% de las acciones ya que inyectaría otros US$100 millones que le sumaría a los US$185 millones del DIP Credit.
Por su parte, los inversionistas Eduardo Tricio, Valentín Diez Morodo, Antonio Cosío y Jorge Esteve, tendrían entre 3.2 y 4.1% de la aerolínea (American entraría en JetSmart para competir contra Delta-Aeroméxico y United-Avianca).
El nuevo consejo de administración del Aeroméxico tendrá 13 miembros, de los cuales la mayoría serán mexicanos (Aeroméxico: se reparten los nuevos dueños las 13 sillas del consejo).
Latam, por su parte, ha tratado de que tanto sus accionistas mayoritarios como los minoritarios tengan la misma oportunidad de invertir para que no se diluyan sus acciones, como vino revelando REPORTUR.us (Latam, Avianca y Aeroméxico: la lista de sus nuevos accionistas).
En ese sentido, ha propuesto tres fondos que controlarían la compañía, entre los que figuran Sixth Street Partners, Sculptor Capital y SVPGlobal, con el 65% de participación, mientras la familia Cueto, Delta y Qatar Airways tendrían una participación del 35%.
Avianca también ha hecho cambios tras el proceso de restructuración por lo que sus mayores accionistas serían Kingsland Holdings perteneciente a Roberto José Kriete Ávila, y el fondo de cobertura Ciudadela LLC., de Ken Griffin (Tres empresas de USA se reparten los gigantes aéreos latinos).
Sin embargo, estaría por establecerse la posición de United Airlines que es uno de los mayores acreedores de la aerolínea y que aún no ha convertido la deuda en acciones de la compañía (Bancarrota de Latam, Aeroméxico y Avianca: sus planes para subsistir).
