El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió encargar a Boeing la construcción de dos aviones para reemplazar al Air Force One que está actualmente en uso. El nuevo avión se llamará VC-25Bs y será más grande y más eficiente que los actuales, ahorrando un dineral a la Casa Blanca.
La construcción del avión empezó en 2018, pero desde entonces Boeing lleva perdidos dos mil millones de dólares y ahora ha vuelto a retrasar la entrega otros dos años, hasta 2026. Puede que para entonces Trump haya vuelto a la Casa Blanca.
El propio Trump negoció personalmente la compra de los aviones y está claro que es mucho más hábil que los directivos de Boeing, porque sacó un precio muy inferior al que finalmente tendrá el avión. La última información es que Boeing debe añadir otros 482 millones de dólares perdidos, porque los proveedores no están cumpliendo. Los costes de producción se han disparado y la compañía tiene problemas para conseguir estabilidad laboral.
Dave Calhoun, el director general de Boeing, reconoció que la firma de ese contrato fue un error. Claro que la alternativa habría sido que el avión del presidente de Estados Unidos fuera europeo. No es posible concebir que terminara siendo chino, por supuesto.
El mes pasado, el expresidente criticó a la compañía por no haber actualizado el Boeing 757. Ese modelo de avión es el que ahora está provocando un éxito enorme en Airbus, cuyo A321 se vende como ningún otro, como reveló REPORTUR.us (Trump explica a Boeing qué aviones ha de fabricar).