Fin de semana de análisis en REPORTUR

La touroperación, más flexible y competitiva sin Thomas Cook


V. V. | 6 de diciembre de 2019 Deja un comentario


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La quiebra de Thomas Cook el pasado 23 de septiembre ha dejado un enorme vacío en el sector turístico. De la noche a la mañana, centenares de hoteles, empresas de restauración, de transporte y de oferta complementaria han perdido a sus clientes. El extinto turoperador transportaba a España cada año a 3,6 millones de pasajeros, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.

Las Islas Canarias y, en menor medida, las Islas Baleares han sido los grandes afectados del cese de operaciones de Thomas Cook, especialmente por el impacto en la conectividad con Reino Unido. 

“No perderemos clientes, seguirán viniendo a Baleares si los hemos fidelizado, pero lo harán con otro turoperador, Jet2 o cualquier otro”, apunta Bartolomé Deyá, decano de la Facultad de Turismo de las Islas Baleares.

“A corto plazo, otros turoperadores van a salir beneficiados, pero a largo plazo, esta circunstancia apoya el mensaje de que es un modelo que no crece y, por tanto, así como se conocía hasta ahora, desaparecerá. Sin duda, el modelo de Thomas Cook no es el modelo a futuro”, asegura Rebeca González, managing director de Roiback, empresa especialista en la gestión del canal directo de ventas de hoteles.

González considera que habrá una reestructuración de la distribución que “irá encajándose poco a poco y los turistas irán llegando de la mano de otros canales con una menor dependencia de la turoperación”.

 

DISTRIBUCIÓN. Deyá asegura que va a seguir existiendo la intermediación y que van a convivir la oferta online con las offline, “pero con menos parte del pastel”. Sí que apunta a que muchas empresas hoteleras, de restauración, transporte o de oferta complementaria tendrán que adaptarse a trabajar sin Thomas Cook. “Toda una serie de actores que seguían sin asumir ningún riesgo o coste ahora tendrán que hacerlo. Antes lo seguro era el turoperador y no se planteaban recurrir a la web o a los bancos de camas, pero ahora tendrán que acelerar su transformación digital”. 

Deyá dice que hay muchos negocios turísticos como hoteles, parques acuáticos, restaurantes o transportistas que tendrán que modernizarse y profesionalizarse para tener una oferta más diferenciada y competitiva.

En la misma línea incide Rebeca González, que advierte de los riesgos y oportunidades que supone la desaparición de Thomas Cook. “Creo que existe un riesgo que tiene que ver con la falta de conocimiento por parte de muchos hoteles que ante la pérdida de Thomas Cook no saben cómo reaccionar, pues han dependido durante muchos años de este turoperador, manteniéndose al margen de las nuevas tendencias de distribución, sobre todo digital. Definir e implementar nuevas maneras de comercialización para estos hoteles es un reto, aunque, a la vez, una gran oportunidad”. 

“Los hoteleros se darán cuenta de que su rentabilidad puede salir beneficiada si implementan un mix de distribución diferente a la sola dependencia del turoperador y que dejar toda su comercialización en manos de un tercero no es la solución más óptima”.

Roiback está asesorando a los hoteles afectados sobre una estrategia de distribución más equilibrada y rentable. “Los que necesitan más ayuda son aquellos que dependían casi en exclusiva del turoperador, pues se ven con el hotel vacío de un día a otro. En la mayoría de los casos lo ideal es dar parte de las habitaciones a un turoperador que pueda seguir generando continuidad y tranquilidad; el resto de inventario puede distribuirse entre OTA’s y su canal directo. A medio plazo la idea es ir adaptando la estrategia hasta llegar al mix óptimo en el que en muchos casos se prescinde del turoperador totalmente”.  

 

GRAN OPORTUNIDAD. Rebeca González coincide con Deyá en que esta crisis es una gran oportunidad para que muchos negocios pongan en marcha una estrategia más adecuada y rentable. “. Esto también significa más trabajo para el hotel que en la mayoría de los casos se dedicaba exclusivamente a emitir facturas al turoperador. Ahora hay una necesidad de reciclaje del propio hotelero en el área de distribución y venta directa. Es clave que los hoteles aprovechen esta crisis para ponerse al día, mejorar su rentabilidad y reducir riesgos, afirma González.

La directiva de Roiback cree que los hoteles se replantearán su modelo de distribución y querrán optimizar su negocio y disminuir la dependencia para evitar una situación similar a futuro, eso favorecerá a otros canales y al canal directo, a los que irán a parar ventas que históricamente han sido del turoperador”. Una oportunidad para incrementar las ventas a través del canal directo que “todavía es una asignatura pendiente en muchos hoteles y cadenas hoteleras”.

 

FUTURO. El decano de Turismo de la UIB recalca que siempre habrá clientes que recurrirán a un turoperador porque quieren un asesoramiento y no quieren buscarse el viaje por su cuenta. Además, recuerda que Alemania seguirá siendo un mercado muy turoperado y también Reino Unido, pero en menor medida.

Para Bartolomé Deyá otra de las consecuencias de cara a la negociación de la próxima temporada es que los turoperadores vienen con una posición de ventaja “porque saben que pueden bajar precios a algunos hoteleros y empresas de transporte terrestre que ahora tienen una necesidad con la caída de Thomas Cook”.

La turoperación se ve de forma distinta en función de si se mira desde la península o desde los archipiélagos. Los territorios insulares insisten que no pueden renunciar a los turoperadores ni tampoco quieren demonizarlos porque “son los que ponen los aviones y los que traen a los clientes”, según un hotelero canario. Aseguran que la turoperación juega un papel importante, sobre todo cuando los turistas tienen poca experiencia en viajar y desconocen el destino. En estos casos el turoperador da al cliente un precio combinado, se encarga de los traslados, de las excursiones y del viaje de principio a fin. Algo muy valorado por determinados tipos de clientes.

 

MERCADO. La desaparición de Thomas Cook ha generado movimientos en cadena en toda la industria. Tui anunció que añadía dos millones de plazas aéreas adicionales a diversos destinos como Turquía, Grecia, Baleares, Canarias, Egipto, México y Florida. 

También Alltours ha captado gran parte de los contingentes de hoteles y camas de las filiales alemanas de Thomas Cook (Neckermann Reisen, Öger Tours, Bucher Reisen y Air Marin). Estos hoteles ahora se pueden reservar para el próximo invierno y la temporada de verano 2020 en las marcas de operadores turísticos Alltours y Byebye. Especialmente en Mallorca, el operador turístico ha ampliado considerablemente su oferta hotelera y su capacidad de camas con marcas hoteleras de Thomas Cook, como Sentido, Casa Cook, Cook’s Club y Sun Connect, y con hoteles adicionales de las principales cadenas hoteleras. También la aerolínea inglesa Jet2.com y su turoperador Jet2holidays han programado miles de plazas aéreas hacia Canarias, Baleares y Reus entre octubre de este año y marzo de 2020. 

“Nuestros clientes siguen teniendo ganas de irse de vacaciones y deseamos ponérselo lo más fácil posible con nuestro excelente servicio, flexibilidad en fechas y paquetes vacacionales completos”, señaló Steve Heapy, consejero delegado de Jet2.com y Jet2holidays.

Tan solo tres semanas después de la desaparición de Thomas Cook, las islas Canarias ya habían recuperado el 91% de las plazas aéreas que se perdieron para la temporada de invierno por el cese de actividad del turoperador británico. También en Baleares confían en que la conectividad esté totalmente recuperada para el próximo verano y trabajan en recuperar la de este invierno.  

 

NUEVA TUROPERACIÓN. Gabriel Burgio, presidente y consejero delegado de Alpitur, defiende que la quiebra de Thomas Cook no es el fin de este modelo de negocio. “Es una empresa la que ha tenido el problema y no el modelo”, afirmó Burgio en el Foro Turismo+ 2019 organizado por Club Diario de Mallorca.

El directivo de Alpitur sí defendió la necesidad de conocer al cliente y de invertir en tecnología porque “la mentalidad de la turoperación siempre ha sido finalizada a las agencias. La idea es conocer mejor al cliente, saber qué quiere y empezar a organizar mejor el producto que vendemos”, dijo Burgio, resaltando que esto “nos permite tener feedback, saber si el cliente está contento o no, y este diálogo, con la tecnología, se puede hacer mucho mejor y muchísimo más rentable para la empresa”.

Burgio, de Alpitur, advierte de que los turoperadores tienen que ser más flexibles porque el catálogo “es un mundo que se está perdiendo” y ahora hay que fabricar lo que el cliente quiere.


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