Deja un comentario Pese a la campaña de puntualidad y mejoras en el servicio de la aerolínea de bandera, un suceso reciente opacó la imagen nuevamente. El acontecimiento ocurrió el pasado miércoles con el vuelo 1361 de Aerolíneas Argentinas desde Bogotá destino Buenos Aires. Un viaje que debería durar 6 horas y que por problemas técnicos se demoró 37.
Según el relato de uno de los pasajero que debió esperar más de un día para hacer el trayecto, la empresa dio aviso de que había un inconveniente con los «flaps» de la aeronave mientras ya todos esperaban el despegue. Ante esto se desviaron a una pista auxiliar donde técnicos intentaron solucionarlo, sin embargo regresaron al aeropuerto; tras cinco horas de espera se decidió cancelar el vuelo.
Los pasajeros se dividieron entre quienes les urgía partir haciendo cualquier combinación posible y quienes se alojaron en un hotel, pagado por la compañía, para partir al día siguiente.
Tras toda esta serie de inconvenientes, el jueves no ofrecían vuelo directo a Buenos Aires y las opciones eran volar a Lima con Avianca y de ahí al destino final o volar a Santiago o San Pablo o aguardar un día más para tener vuelo directo. La gran mayoría eligió ir a Lima y volar esa misma noche a la capital porteña.
