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La cadena hotelera Accor confirmó que más de la mitad de sus hoteles en todo el mundo se encuentran cerrados, un número que lamentablemente aumentará en las próximas semanas.
Desde la compañía comunicaron que el brusco deterioro de la situación los ha llevado a tomar “medidas drásticas” en sus operaciones globales. “Estas acciones son indispensables para limitar el impacto en las ganancias y el efectivo, y necesarias para prepararse para la recuperación posterior a la crisis”, expresaron.
Las medidas, que han sido implementadas desde comienzos de febrero, incluyen la prohibición de viajar, el congelamiento de contratación, la reducción de horarios y/o licencia para el 75% de los equipos de la oficina central global para el segundo trimestre, lo que resulta en una reducción mínima de 60 millones de euros en el grupo. En segundo lugar, se revisó el plan de inversión recurrente para el 2020 con una reducción de capital de 60 millones de euros en gastos.
Sébastien Bazin, presidente y CEO de Accor, comentó: “En vista de la urgencia y la escala de la situación, hemos decidido actuar de manera inmediata y significativa en el espíritu de nuestros valores y compromisos. Nuestra industria atraviesa tiempos difíciles, tenemos que tomar decisiones difíciles, pero Accor tiene un balance sólido que le permitirá soportar esta crisis y emerger con fuerza durante el periodo de recuperación.”, concluyó.
Por último, informaron que el grupo está racionalizando fuertemente todos los demás costos, como pueden ser ventas y marketing, en línea con menores ingresos en todo el sistema. Además, por la estrategia de preservación del efectivo, confían en un sólido balance, con más de 2.500 millones de euros en efectivo disponible y una línea de crédito renovable no utilizada de 1.200 millones de euros. Si bien se mantiene la incertidumbre sobre la duración de esta crisis, el Grupo espera un impacto severo en su desempeño en 2020.
