De acuerdo a un nuevo estudio del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) se aumentó de 100 a 197 millones el número de empleos en riesgo de desaparecer en el sector turismo a nivel global por la crisis sanitaria del Covid-19, que ha llevado a la prolongación de restricciones del turismo, una situación que el WTTC califica como “devastadora”.
“Desafortunadamente, nuestro nuevo estudio revela la profundidad del impacto a largo plazo que enfrenta la industria global de viajes y turismo, si no existen los apoyos necesarios para el sector y las restricciones de viajes continúan por un período prolongado. En el peor escenario, las restricciones de viaje prolongadas podrían poner en peligro más de 197 millones de empleos”, señaló Gloria Guevara, Manzo, presidenta y CEO del WTTC.
El estudio del Consejo Mundial de Viajes y Turismo analizó tres distintos escenarios para la reactivación de la actividad turística, con los niveles de impacto para la economía y el empleo a nivel global y con ello destacó la importancia del apoyo de los gobiernos a la recuperación de la actividad turística, para lo cual formuló una serie de recomendaciones como la eliminación de cualquier medida de cuarentena para viajeros y reemplazar las mismas con “corredores aéreos” a países con circunstancias similares para estimular el sector de viajes y turismo y la economía global, así como la eliminación de las advertencias y prohibiciones de viajes internacionales no esenciales, que evitan la cobertura de protección del seguro para viajeros.
Por otra parte, recomendó la adopción de protocolos globales de salud y seguridad, como el Sello de Viaje Seguro lanzado recientemente por el WTTC para garantizar a los viajeros que existen medidas mejoradas de salud e higiene y que es seguro viajar de nuevo. (WTTC lanza protocolos globales para reactivar el turismo).
También la implementación de una prueba rápida y una estrategia de rastreo para ayudar a contener la propagación del virus, al tiempo que permite a las personas viajar de manera responsable en su país y el extranjero y, por último, una colaboración mayor y sostenida entre los sectores público y privado para garantizar un enfoque global coordinado de la crisis.