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Felipe VI homenajeará este jueves en Palma de Mallorca a Gabriel Escarrer Juliá (1935), siguiendo lo que su padre Juan Carlos I había hecho hace 16 años en el Castillo de Bellver con motivo del 50 aniversario de Sol Meliá. Dos Reyes de España, así, habrán enaltecido al conocido cariñosamente como el “emperador” hotelero, porque en sus dominios no se ponía el Sol, desde Bali a La Habana.
Escarrer, distinguido en 1998 por Preferente como la personalidad turística del siglo según una encuesta con cientos de profesionales, creó de la nada la que hoy es la mayor cadena vacacional de todo el mundo, y fue el principal impulsor de una industria sobre la cual hoy se sustenta la economía española y, por lo tanto, la sostenibilidad de sus servicios públicos.
El fundador de Sol Meliá, reconocido también especialmente por los sindicatos de trabajadores, partió del pequeño pueblo de Porreras para con 21 años lanzar el hotel Altair en el barrio palmesano de Son Armadans, y abrir paso en 1985 en Indonesia a la histórica internacionalización de la hotelería española con su primer establecimiento extranjero.
Las adquisiciones de Hotasa, Meliá o Tryp, así como la salida a Bolsa en 1996, representaron otros hitos para el turismo español, que tuvo bajo el liderazgo de Meliá el primer gran proyecto turístico en acercarse a la globalidad e innovación de los gigantes mundiales de la hotelería (Los hitos de Escarrer en sus 60 años de carrera profesional en el sector turístico).
En 2006, Juan Carlos I, después de entregarle la Medalla de Oro de Baleares al gran pionero del sector en España, ensalzó que el turismo había sido «fundamental» para la modernización de país, pues sin su aportación, “posible gracias a la estabilidad y seguridad que entre todos hemos construido, España no sería el país abierto, próspero y dinámico que hoy es”.
El entonces Rey destacó la disposición del sector turístico mallorquín «para adoptar día a día las decisiones pertinentes, especialmente en materia de innovación, formación, calidad, diversificación de la oferta, protección del medio ambiente o apertura de nuevos mercados». «El éxito de este sector en España -insistió- no puede entenderse al margen del esfuerzo desplegado por varias generaciones de empresarios originarios de estas islas», agregó, tras en otras ocasiones haber reconocido a Miguel Fluxá, Luis Riu, Gabriel Barceló o Pablo Piñero.
El pasado abril, en República Dominicana, la orden del mérito Duarte, Sánchez y Mella, máxima distinción civil del Estado dominicano entregada por el presidente Luis Abinader, también le fue concedida a Gabriel Escarrer Juliá, cuyo papel para abrir la economía cubana gracias al Turismo figura también como uno de sus grandes puntos de inflexión geopolíticos (Máxima distinción de República Dominicana a Escarrer padre).
Felipe VI, de este modo, corroborará este jueves el reconocimiento al máximo nivel estatal sobre la trayectoria de un empresario que ha dejado como legado, además, a un hijo cuya guía está llevando a Meliá a una elogiada expansión por el sur de Asia para emular el rol de precursor de su padre en el Caribe y en la sostenibilidad turística.
