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Los vuelos sobre el Atlántico afrontan una revolución con los planes de varias aerolíneas de operarlos con aviones de un solo pasillo, del mismo modo que se suceden proyectos low cost para unir Europa con América, y que los aviones supersónicos y eléctricos también registran iniciativas para estas rutas intercontinentales, según viene revelando REPORTUR.us.
Iberia, Jetblue o Air Canada son algunas de las aerolíneas que vienen proyectando vuelos transatlánticos con el nuevo modelo Airbus A321LR, de igual modo que low cost como Fly Atlantic, Norse, Global Airlines, La Compagnie, Play o French Bee planifican el estreno de rutas para este corredor entre ambos continentes del mundo occidental.
También destaca la compañía Stratolaunch, una de las mejores en el mundo en el campo de la revolución supersónica dentro del sector de la aeronáutica, que dispone de un vehículo hipersónico junto a la nave nodriza Roc, con el que pretende unir a Madrid con Nueva York en una hora (Revolución supersónica apunta a unir Madrid con NY en una hora).
El futuro de la aviación está a un paso con taxis voladores, aviones supersónicos y eléctricos de la mano de American, United y Delta, las tres aerolíneas punteras americanas que adelantan una revolución aerocomercial en el mundo, con planes también para los vuelos sobre el Atlántico.
American Airlines ha decidido ser pionera en la nueva era de los vuelos supersónicos junto a Airbus y Boeing después de la exitosa performance de El Concorde entre 1976 y 2003 que logró conectar París con Nueva York en tres horas y media a una velocidad que superaba los 2.000 kilómetros por hora. El gigante americano quiere retomar ese segmento y compró 20 aviones supersónicos tras acordar con Boom Supersonics y tiene una opción de comprar 40 más del modelo Overture.
Pero es la ruta entre Nueva York y Londres la que emerge como la más demandada, por lo que ya suma el servicio de siete aerolíneas, entre las que se encuentran: British Airways, United, Delta, American, Virgin Atlantic, Jetblue y ahora Norse Atlantic, ofreciendo entre todas, 27 vuelos diarios y con aumentos temporales hasta 34 vuelos, récord que no superaba desde 2017 (Récord en ruta NY – Londres: 7 aerolíneas y 27 vuelos diarios).
Actualmente en el continente americano, la aviación estadounidense ha aumentado su poder sobre la latinoamericana, con United, Delta y American aumentando su poder en Avianca, Latam y Aeroméxico, o Allegiant aliada a Viva Aerobús, además de Indigo con Frontier, Volaris y Jetsmart avanza en más pasos hacia la concentración con la expectativa de unirse a Jetblue o Spirit, como viene revelando REPORTUR.us.
La aviación transatlántica asiste a una oleada nuevos proyectos tras marchitarse Norwegian o Condor, en paralelo a que en Latinoamérica sigue la agitación con los planes de la dominicana Arajet, la colombiana Ultra Air, la pretendida fusión de Avianca y Viva, o el proyecto de una aerolínea pública en México dirigida por militares, mientras en Canadá destacan los emprendimientos de Jetlines o Lynx, para sumarse a Swoop, en un mercado en el que Transat busca frenar la fusión de Westjet y Sunwing.
En paralelo, en Europa el proceso de concentración aérea entra en una fase en la que cuatro aerolíneas medianas como la española Air Europa, la portuguesa Tap, la italiana Ita y la británica Easyjet, aparecen en la mira para ser engullidas por los gigantes de la aviación continental, cuyos cinco máximos representantes sobresalen Lufthansa, IAG (Iberia, Vueling y British), Air France-KLM y Ryanair, con alrededor de 500 aviones en flota cada una, y una cada vez más pujante Wizz Air, con casi 200 aparatos, como detalla Preferente (Las 4 aerolíneas en la mira para ser engullidas por los 5 gigantes).
Así, la revolución aérea viene marcada por aviones de un pasillo que posibilitarán más frecuencias con menos cantidad de asientos por aparato; varias iniciativas low cost; proyectos de vuelos supersónicos y de propulsión eléctrica, que supondrán una profunda transformación del modelo que hasta ahora ha venido imperando para la conexión entre ambos continentes, iniciada hace cinco siglos mediante el transporte marítimo.
