«El Caribe mexicano invierte en promoción turística la mitad que República Dominicana»

A pesar de muchos factores en contra, este 2023 será previsiblemente un buen año en materia turística para los destinos del Caribe mexicano. Así lo considera el Dr. Francisco Madrid, Director del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac, en entrevista exclusiva con REPORTUR.mx.

¿Cuáles considera que serán los retos para Quintana Roo en materia turística en 2023?

Es un entorno muy complicado. Desde las propias derivaciones del conflicto bélico en Europa del Este hasta la situación política en algunos países latinoamericanos. Vivimos una economía dominada todavía en el mundo por el tema de la inflación con las restricciones que imponen los bancos centrales en materia de política monetaria lo que se traduce en una desaceleración económica. Todo esto podría ser una advertencia muy catastrófica. Sin embargo, en este entorno tan complejo pareciera que hay condiciones para tener un buen año.

Nosotros estamos estimando un posible crecimiento en la llegada de turistas internacionales de un 7.5 por ciento. Ciertamente habría que agregar, además de esos factores del entorno, el reto que supone el regreso de la competencia. Los destinos del Caribe mexicano fueron muy afectados durante la pandemia, pero han tenido -sumada la participación pública y privada- un notable regreso y están de lejos muy por arriba de los niveles de 2019. Tan solo el mercado de los Estados Unidos al cierre del año pasado está más de 20 por ciento arriba que los niveles de 2019, eso no sucede en el mundo, es una condición verdaderamente excepcional. Pero bueno, paulatinamente el mercado se empieza a nivelar porque los competidores están regresando y eso va a hacer que sea necesario redoblar los esfuerzos públicos y privados.

¿Cree usted que el Caribe mexicano está invirtiendo lo suficiente en materia de promoción turística frente a sus competidores?

Nunca es suficiente en materia de promoción. Apreciamos una preocupación por llevar a cabo una inversión pública más importante; entendemos – y creo que es importante subrayarlo- que hay una cuestión crítica en materia de las finanzas del estado, con una deuda muy alta y que está haciendo que no todos los recursos que se podrían utilizar para la promoción se usen para ello.

Nosotros creemos necesario regresar a una asignación mayor en función de la competencia. Como muestra, los destinos del Caribe mexicano invierten en promedio la mitad de lo que invierte la República Dominicana, la tercera parte de lo que invierte Los Cabos y la cuarta parte de lo que invierte Las Vegas, aunque el Caribe mexicano invierten 6 veces más que Riviera Nayarit.

Yo creo que se está haciendo un esfuerzo público interesante pero deseablemente tiene que ser más importante, sobre todo de cara a que nos han dejado solos porque no hay Consejo de Promoción Turística de México que acompañe esos esfuerzos. Han ido valiéndose por sí solos en un mercado muy competido, que además es muy sensible a temas críticos.

En cuanto al tema del déficit de recursos humanos para el sector turístico y hotelero del Caribe mexicano, ¿Cómo sigue esa situación?

Es un reto muy complejo que hay que entender y profundizar mejor, y eso es parte de lo que hemos hablado tanto con la Asociación de Hoteles como con el Gobierno estatal, también lo hablamos con el gobierno del municipio Solidaridad. Hay una demanda latente importante de personal, que no está siendo suficientemente atendida. Hay una condición de falta de empleados para alcanzar las necesidades de la industria; hay muchos factores detrás de eso, la propia coyuntura de la pandemia que hizo que muchas personas y familias regresaran a su lugar de origen o que buscaran una alternativa económica diferente. Se identifica también alguna inconformidad de los trabajadores con las condiciones de trabajo que existen en la industria, todo eso tiene que entenderse de mejor manera porque a final de cuentas una parte importante de la competitividad del destino radica en tener un servicio de calidad y para ello se requieren empleados bien pagados, motivados, empleados que hagan muy bien las cosas.

¿Qué solución imagina?

El problema es muy complejo, nosotros estamos estimando, de acuerdo con las consultas que hemos hecho con los hoteles, que probablemente está faltando entre el 10 y el 15 por ciento de personal. En este momento hay una oferta muy grande de empleo que no se está pudiendo cubrir. Además, hay que decir que hay muchos cuartos en proceso de construcción, entonces eso es un reto importante del destino, hay que atenderlo. Yo hoy no veo que haya una degradación de la calidad del servicio afortunadamente, pero sí creo que es un tema que no se debe pasar por alto y que hay que entender en todas sus dimensiones.

¿Cuál es su opinión respecto a las trabas que pone Migración al ingreso de turistas procedentes de dos mercados importantes como son Brasil y Colombia, en el caso de los colombianos incluso hay denuncias de maltratos?

Coincidimos que hay un tema ahí sobre la dificultad en los procesos de obtención de visa, de hecho, yo estoy programando para viajar a Colombia a final del mes para poder entender mejor el tema, buscando conversaciones con los mayoristas, con quienes están enviando turistas, para poder darle una dimensión. En el caso de Brasil sí creemos -hoy no tengo un dato todavía, pero lo vamos seguramente a procesar- que ya hay un impacto en la disminución de los flujos turísticos por este cambio en el requisito de un trámite que antes se hacía de manera digital, pero ha sido modificado para hacerse de manera personal. Ciertamente es algo que se debe de atender, y además no podemos olvidar que en Perú se vive una crisis política, y Perú es uno los diez mercados más importantes del país, que las condiciones económicas del mercado argentino no son las mejores, que el propio mercado brasileño sufrió una crisis de naturaleza política con un intento de golpe de estado, entonces son mercados que hay que atender de la mejor manera.

Hablemos ahora sobre dos temas que son importantes para el turismo del Caribe mexicano, como son el sargazo y la inseguridad. ¿Cómo ve usted estos dos factores, pueden afectar la llegada de turistas en 2023?

En el caso del sargazo, es un tema con el que hay que aprender a vivir para siempre. Es muy complicado, supone un reto muy grande, yo creo que hasta ahora se han librado los retos que suponen pero es una cosa que está permanente ahí, no se puede bajar la guardia, hay que hacer todo lo posible por minimizar el tema. Creo que una de las alternativas más apropiadas ha sido la de darle un valor económico al sargazo, y entiendo que ha habido avances importantes, ese debería ser el camino para resolverlo, la ecología de mercado.

Del otro lado, el tema de la inseguridad, evidentemente está presente en la agenda. Nosotros hemos visto la encuesta de Inegi sobre la percepción de inseguridad entre los propios habitantes de Cancún, que es donde se mide, y esta percepción de inseguridad es muy alta. Sin embargo, hay que ponerlo en el contexto, en perspectiva, y tratar de entender mejor qué es lo que sucede, porque por otra lado hay millones y millones de turistas nacionales y extranjeros que llegan al destino y que la pasan muy bien, que no tienen ningún problema.

Entonces, ¿Qué es lo que sucede?

Es difícil de explicar, parece una contradicción. Los locales se quejan por el tema de inseguridad mientras que hay muchísimos turistas que la pasan bien, que no tienen problemas. Yo creo que la agenda pública debe dar prioridad al tema, me parece que es muy claro que las autoridades tienen que trabajar en ello, esperemos que lo hagan muy bien, porque nosotros sí pensamos que esa es una bomba de tiempo, no atender ese problema en cualquier momento puede descarrilar la buena marcha de los destinos turísticos del Caribe mexicano y de cualquier otra parte de México.

Respecto los grandes proyectos de infraestructura que ha prometido para este año el gobierno federal, por ejemplo, el Tren Maya, el aeropuerto de Tulum, el puente sobre la Laguna Nichupté, ¿Usted cree que eso va a tener un impacto importante en la llegada de turistas al Caribe mexicano?

Primero, yo creo que todas las obras de infraestructura son bienvenidas, México tiene un reto muy grande en la materia y esto que se está haciendo yo creo que es bueno para todos. Me parece que, más que generar un tráfico incrementado para los destinos del Caribe mexicano, pueden suceder dos cosas: mejorar la competitividad. El volumen de pasajeros que se vayan a desplazar en el Tren Maya no creo que haga una diferencia muy grande para los destinos del norte del Caribe mexicano, sobre todo; y probablemente tenemos un tráfico marginal incremental para otros destinos de la región, eso puede ser muy razonable, con un efecto positivo.