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Las habitaciones disponibles en Airbnb representan aproximadamente el 60 % de la oferta habitacional de República Dominicana, una alternativa de hospedaje que ha ido creciendo de acuerdo a las estadísticas que posee el Ministerio de Turismo al registrar en abril pasado 42.976 propiedades con 104.437 habitaciones.
Sobre el tema, el presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), David Llibre espera que las autoridades encargadas del proceso para regular los Airbnb hagan un análisis profundo y tomen las medidas correctas para así poder competir de manera leal.
“Nosotros como Asonahores sabemos que este turismo existe, que seguirá creciendo y seguirá manteniéndose, lo que le solicitamos a las autoridades es que regule ese tipo de turismo. Cuando hablamos de una competencia desleal, hablamos con un efecto de regulación tanto en la parte fiscal y la normativa”, dijo.
Como reveló REPORTUR.mx, República Dominicana se contempla un impuesto a las ventas de bienes y servicios que se hacen de manera digital, ya que las hoteleras piden regular los establecimientos que operan como Airbnb, por la competencia que les genera y por la seguridad de los turistas (República Dominicana estudia aplicar a Airbnb una renta por hospedaje)
Realmente esta modalidad de negocios se ha convertido en una plaga. Lo que estaba previsto para ser una aplicación para los turistas se ha convertido en un problema serio de convivencia y respeto a las reglas de la comunidad. Hay muchos aptos que no están en zonas turística, lo que ha permitido que personas renten por poco tiempo, para realizar actividades delictivas como drogas, prostitución, robos, etc. Además de invadir parqueos, irrespetar las normas de comunidad, escándalos en áreas comunes, hasta el punto que los vecinos han tenido que llamar a la policía en plena madrugada. Han invadido los edificios residenciales y familiares. Esta modalidad debe estar regularizada no sólo a nivel impositivo, sino a nivel de que deben establecer zonas de renta corta y zonas que no lo son