Deja un comentario El asesinato de dos surfistas australianos en Sinaloa volvió a poner en la escena pública la violencia en México. Los detalles —secuestro, robo, incineración de los cuerpos— apuntan al hampa común pero con conexiones con el mundo de la droga y el crimen organizado. Las alertas se redoblan y el foco internacional se concentra en el país cada vez que la víctima es extranjera. Ahora las embajadas de: EU, España, Reino Unido, Francia, Australia, han reaccionado, señala El País.
Sin embargo, México no es el país más violento del continente. Con una media de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes, está en el mismo rango que Brasil y por debajo de Colombia o Venezuela, según datos de 2014 de la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC, en sus siglas en inglés).
Pero cada vez que hay un incidente como el mencionado surge la etiqueta de país peligroso y varias embajadas extranjeras advierten desde sus webs a sus ciudadanos cuestiones de seguridad antes de viajar al país. Todas subrayan el problema del crimen organizado. Reconocen que está localizado en ciertas zonas, a las que en muchos casos prohíben la visita. Pero a la vez alertan que al amparo de la delincuencia organizada, florecen también otros tipos de violencia —asaltos, robo de vehículos, secuestros, extorsiones— y proponen una extensa lista de recomendaciones sobre el tema de seguridad.
Guerrero es el estado con más asesinatos de todo México, y tan sólo en lo que va de este año, se han registrado 718 ejecuciones en el puerto de Acapulco, es decir casi 3 asesinatos por día, sin ni siquiera salvarse las zonas más turísticas de esta incontrolable violencia (Acapulco registra 3 asesinatos cada día incluso en zonas turísticas).
En mayo, el Celebrity Cruises canceló la parada de su buque Infinity en Puerto Vallarta después de que Royal Caribbean, como reveló REPORTUR.mx, hiciera lo mismo con su barco Jewel of the Seas ante la ola de narcoterrorismo que provocó violencia entre los criminales y las autoridades del estado de Jalisco en unas medidas de “precaución” a las que se sumó también un buque de Disney.
