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El vínculo entre Volaris y sus trabajadores se agrava luego de que la compañía echara alrededor de 500 empleados que impidió realizar la huelga estipulada para ayer.(Sindicato de Volaris niega haber hecho un llamado a huelga).
“Ya corrieron alrededor de 500 sobrecargos que son los que estábamos organizando la huelga, eso está haciendo que se dificulte hacer el paro. Es evidente que Volaris no quiso permitir el paro”, dijo una trabajadora que fue despedida después de mostrar su inconformidad, según publica El Financiero.
Los empleados han denunciado una serie de abusos laborales mientras que la empresa asegura que los “vuelos se realizan con total normalidad”.
Se quejan de cambio de roles de trabajo hasta 15 veces por mes que no se adecuan a los requerimientos establecidos en la ley que establece descansos obligatorios. Señalan que no se respeta el número de horas límite en vuelo efectivo, una medida establecida para no afectar la salud de los sobrecargos y pilotos. Comentan que les presionan para vender productos incluso cuando hay turbulencias durante los vuelos
Además, destaca el Financiero, los empleados también solicitaron el tiempo necesario para verificar el equipo de emergencia a bordo de las aeronaves después de cada vuelo, pues, denuncian, solo se dan 4 minutos para poder preparar el avión para continuar con los itinerarios, una situación que podría afectar la seguridad de los vuelos.
Además, los trabajadores exigieron mejores comisiones por la venta de alimentos y bebidas a bordo de los aviones. De acuerdo con cifras de la industria, los ingresos por este tipo de venta representan entre el 30 y 50 por ciento de los ingresos de una aerolínea de bajo costo y, según empleados de Volaris, las comisiones por venta son bajas y, en ocasiones, nulas.
Otra de las exigencias más importantes de los empleados es la posibilidad de cambiar de base de operación después de un tiempo establecido por la aerolínea, es decir, después de un año de laborar en una sede fuera de la ciudad de residencia del trabajador, poder cambiarse o regresar a su ciudad de origen.
