Deja un comentario Creo que no seré el único sorprendido por la rapidez con la que se actuó en la reparación de la carretera Cancún-Playa del Carmen, que de pronto, en la madrugada del jueves pasado, quedó partida en dos muy cerca del hotel Iberostar Playa Paraíso.
Por razones que todavía se estudian se abrió un socavón, se hizo un agujero a lo largo de 3 carriles de 4 que con todo y el ancho camellón de la carretera, a través de la cual circulan miles de turistas y trabajadores de la industria todos los días.
Para el viernes en la tarde, con gestiones del gobierno estatal y actuación directa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ya se habían improvisado dos carriles de circulación pavimentados y con líneas, rodeando la zona dañada, y una vez rellena la parte donde solo un carril estaba afectado, por ahí están los otros 2 carriles.
En poco más de 24 horas, el tránsito en la zona se puede decir que era normal, con el pequeño desvío que no impide un flujo contínuo. Es evidente que la reacción que se tuvo es por lo importante de la vía que se dañó.
Poco más de la mitad de la Riviera Maya se había quedado sin comunicación directa con el aeropuerto de Cancún, en la mañana de la crisis algunos llegaron tarde, pero también se gestionó que las líneas aéreas sin costo pudieran reubicar a los pasajeros en otros vuelos.
Pero lo cierto es que si este suceso hubiera sucedido un año y medio antes, el caos sí hubiera reinado. Afortunadamente, en noviembre del año pasado, se inauguró una autopista entre Playa del Carmen y la carretera de cuota Mérida-Cancún, que su servicio real es disminuir en poco más de una hora (de 4 a 3) el trayecto entre una ciudad y otra.
Esta vía sirvió de alternativa para llegar de la Riviera Maya a Cancún, 50 minutos a una hora más de recorrido, pero igual por una autopista de dos carriles que está en perfecto estado, por motivo de la emergencia no se conró peaje en la caseta que está justo en el entronque.
Quizá de pronto nos dimos cuenta que desde el gobierno federal sí se percatan de lo importante que es el turismo para México, pero ese mismo día, en la tarde, remueven de su cargo a la secretaria de turismo, Claudia Ruiz Massieu, que entró al cargo sin saber mucho, pero ya tenía todo en control, solo para que nombren a un nuevo secretario, Enrique de la Madrid, a quien habrá que darle el beneficio de la duda, pero que de entrada tampoco, al igual que la mayoría de los que llegan, saben mucho de cómo se maneja la industria.
