Durante el pasado fin de semana, un vuelo de Turkish en una aeronave Airbus A321neo procedente de Estambul sufrió una emergencia al aterrizar en el aeropuerto de Praga.
El avión, al momento de tocar tierra, se desestabilizó, lo que provocó que la cola rozara la pista, haciendo que salieran chispas, por lo que el piloto abortó el aterrizaje y pidió a los pasajeros que rezaran.
Luego el avión permaneció por 20 minutos en el aire antes de volver a intentar el segundo aterrizaje. Al parecer, la aeronave sufrió irregularidades desde el despegue.