Las agencias de viajes receptivas atraviesan una situación crítica, con la restricción de las autoridades nacionales respecto al ingreso de turistas extranjeros. “Estamos trabajando a un 20 o 30 por ciento respecto las operaciones que realizamos el año pasado”, confirmó preocupada la CEO de una importante agencia de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde una de las organizaciones que agrupa a las agencias destacaron que junto al gobierno nacional se trabajan en “protocolos específicos para el público extranjero, lo cual es un avance importante”; pero claramente sin turismo extranjero, este sector no se puede sostener más. “Es vital que se abran las fronteras”, solicitó.
En un escenario de incertidumbre, la preocupación crece frente a las pocas reservas y consultas para la temporada de invierno. Destinos de nieve y naturaleza son elegidos por los turistas tanto de países limítrofes como de Europa. Por ejemplo, en Bariloche la preocupación es similar. Si bien creció el destino para el turismo interno, “Bariloche es grande y necesitamos del extranjero para llenarlo en invierno”, explicó una agente local de esa ciudad. (Argentina: agencias molestas por reapertura parcial de fronteras)
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de la Argentina publicó los resultados de su Encuesta de Turismo Internacional (ETI) correspondiente a diciembre pasado, que realiza junto al Ministerio de Turismo y Deportes. Las cifras finales del 2020 establecieron que el turismo receptivo se redujo un 77,3% (arribo de pasajeros no residentes por vía aérea), mientras que el emisivo perdió un 77,1%, en relación con el mismo período del 2019.
Es rídiculo que países como Chile tengan abiertas sus fronteras y Argentina no. Ni siquiera dan fechas concretas de apertura. Mientras tanto, el turismo sufre caída en Argentina. Debemos convivir con este virus.