Un informe elaborado por Inquilinos Agrupados (IA) detectó que desde 2018, sólo en la plataforma Airbnb, en Argentina se movió un flujo de más de 700 millones de dólares que crece año a año y del que el Estado prácticamente no retiene nada.
El informe también advierte que la oferta de alquileres a corto plazo ya no estaría destinada sólo a fines turísticos sino a un reemplazo informal de locaciones permanentes a precio dolarizado y de propiedad concentrada. Una presión del mercado para elevar tarifas y pujar por la desregulación, con consecuencias en la población de grandes urbes como la Capital Federal, donde se concentra buena parte de la oferta y se empieza a hacer palpable ese fenómeno llamado gentrificación que hasta hace unos años parecía problema de otras grandes ciudades.
El informe fue realizado en base a datos recolectados de las ofertas de Airbnb en todo el país desde el año 2018 hasta la actualidad, según publica Página 12. Según se estima esta plataforma que se volvió tan popular acapara alrededor del 30 por ciento del mercado, distribuido también en otras inmobiliarias, así como en Mercado Libre u otras webs que no se dedican específicamente al rubro. IA logró detectar que las ofertas de Airbnb movieron aproximadamente 760 millones de dólares desde inicios de 2018 a marzo de este año. (Airbnb ofrece tours, enoja a hoteles y cobra hasta 20% al anfitrión)
IA advierte que esos datos denotan que Airbnb no es sólo una herramienta para turismo sino que se ha instalado como una forma de alquiler para vivienda permanente flexibilizando las condiciones y esquivando las regulaciones locales». «Lo que se alquila en Argentina es casa completa, quien alquila para turismo por lo general lo hace en habitaciones privadas o compartidas y eso casi no existe en el mercado de Airbnb del país.
Más allá de las cifras, la situación tiene consecuencias concretas en el escenario urbano porteño, en el que, en principio, aparece un fenómeno nuevo: el de los edificios construidos con destino exclusivo de alquiler temporario. Los hay ya en barrios como Palermo, San Telmo o Belgrano.