Este lunes la aerolínea EasyFly anunció que se encuentra preparada para reiniciar sus vuelos, con todos los protocolos de bioseguridad, para operar en los destinos nacionales que el Gobierno autorice dentro del plan piloto.
EasyFly opera desde las ciudades de Medellín, Cali, Pereira, Bogotá, Montería y Bucaramanga. “En momentos donde el país se reactiva, la conectividad será fundamental para lograr este propósito, es por eso que ponemos a disposición de nuestros usuarios, de las alcaldías y de las Gobernaciones de las regiones de Colombia, toda nuestra infraestructura humana y técnica para desarrollar estos planes pilotos, bajo los más estrictos estándares de bioseguridad para seguir haciendo del transporte aéreo el modo más seguro para viajar. Con estos planes queremos contribuir a la generación de empleo, ya que infortunadamente en buena parte de las regiones donde opera la compañía el promedio de la tasa de desempleo está alrededor del 30%», dijo Alfonso Ávila, presidente de EasyFly.
Dentro de las medidas de bioseguridad, aparte de la restricción en el acceso a los baños del avión y la suspensión del servicio a bordo, temporalmente no tendrá las revistas y el material de lectura a bordo y dispondrá de elementos para higiene y desinfección.
Igualmente, la compañía aérea señaló que desde el inicio de la pandemia han operado más de 100 vuelos dentro de las excepciones permitidas, con protocolos estrictos de bioseguridad garantizando, a través de la prestación de su servicio, los más altos estándares de protección.
Como lo informó REPORTUR.co, la emergencia por la pandemia Covid-19 ha puesto en grave riesgo a las aerolíneas y Easyfly no es la excepción. La aerolínea proyectaba en abril pérdidas por más de $30.000 millones a mayo, por lo que va a cancelar rutas y frecuencias y otras medidas como la cancelación de contratos de empleados y la suspensión de compra de aviones. (Easyfly acumula pérdidas de 30.000 millones en su peor crisis).
“La situación es bastante grave. En marzo perdimos $10.000 millones y en abril vamos a perder otros $12.000 millones. Suspendimos los contratos de trabajo de todos los empleados, por lo que no pagamos nómina y también logramos algunos acuerdos con algunos arrendadores de aviones para suspender el pago. La situación a abril es una pérdida de $20.000 millones y, en mayo, acumularíamos unos $30.000 millones”, dijo en su momento Ávila.