Deja un comentario Denis Ebrill, vicepresidente de Expansión-Américas de Meliá, dijo que tras su proyecto en Cartagena que supone el primero con la marca Meliá en Colombia, el Segundo destino del país “probablemente sería Bogotá, pero sería un hotel de negocios”.
“Yo lo veo como un destino también que tiene una demanda insatisfecha de personas que han querido visitar Bogotá durante muchos años y por varios motivos, pero principalmente, por cuestiones de seguridad no han venido”, aseguro en entrevista con Portafolio.
Según Denis Ebrill y su socio en Colombia, Mauricio Martínez, gerente general del proyecto Karmairí, la construcción del nuevo hotel en Cartagena, que tomará dos años, necesita un capital de 54.000 millones de pesos, capital que levantarán a través de la venta de derechos fiduciarios.
“Este será el primer hotel en Colombia con la marca Meliá y que será operado por Meliá. Nosotros manejamos varias marcas y una de las marcas que tenemos es Tryp by Wyndham, que es una asociación con la cadena americana Wyndham y este tiene ya dos proyectos aquí en Colombia bajo la marca Tryp. A nosotros, a Meliá, nos interesa entrar obviamente, entonces, esta es la primera oportunidad que vamos a aprovechar en el país”, dijo Ebrill.
Martínez reveló que “lo primero es que va a pasar de 14 a 154 habitaciones. Va a ser un hotel diseñado entre arquitectos colombianos y españoles; los españoles son los pioneros de la hotelería en el mundo, por eso tienen una cadena como Meliá y esa experiencia la quisimos traer a Colombia, hacer un hotel con las últimas tecnologías”, reveló Martínez.
“Cada derecho fiduciario es de 42 millones de pesos. Son 1.300 derechos fiduciarios que tenemos a la venta. De los 42 millones, el inversionista debe hacer un primer pago del cinco por ciento, quiere decir que es una cuota inicial de dos millones 100 mil pesos; después de ese pago vienen 22 pagos mensuales más para completar un 70 por ciento adicional, eso da como millón 350 mil pesos por cada cuota, que es muy manejable y una cuota final, a los 24 meses, que será del 25 por ciento restante”, detalló el gerente general del proyecto Karmairí.
“Los números que hemos sacado es que un proyecto como este puede generar una rentabilidad estimada entre un 8 a un 10 por ciento el primer año. Esto es una mezcla de un negocio entre finca raíz y acciones. La persona es dueña de su derecho fiduciario, pero lo puede vender cuando quiera; hay un mercado para esos derechos fiduciarios”, apostilló.
